Antecedentes III. De mi laboreo, experiencias

Ya poco queda de tanto antecedente, que sigo entendiendo necesario para explicar mejor mis formas y maneras ante todo cuanto ocurría en aquel entorno y cuanta locura nos aqueja ahora. Poco queda de aquellos futuros hombres y mujeres de bien, con mas obligaciones que derechos pero, al menos, con la seguridad de una Madre Patria que seguro nos acogería en su tierra, siempre en paz, siempre serena y, como en el amor eterno de promesa, siempre dispuesta a disculpar sus errores sin ofrecer soluciones o cura para los efectos secundarios de tanta promesa incumplida.

Pero te cuento que si nos me enrollo...

Ya de pequeño, sería por la premura en salir de la situación ayudando responsablemente en casa, por salir del pueblo o "poder ser independiente" -imposible en aquella España- y lograr la orgullosa y responsable "emancipación", -palabro entonces sacada del "Reader´s Digest"-, casi todos los infantes de entonces intentamos sacarnos "unos cuartos" extras, aparte de las pagas semanales, con alguna chapuza al uso, sisando de los "mandados" diarios, con artesanías -de las de verdad- o incluso cumpliendo horarios de trabajo fuera de casa, en lugares ajenos al hogar, sin la vigilancia de la "santa Madre" y percibiendo, en algunos casos, incluso, dinero a cambio de los servicios prestados.

Yo lo hice casi todo lo referenciado. Hacía cosas para la vecindad, desde los típicos recados a Doña Carmen o Doña Marujas, hasta el cobro mínimo del impuesto por compras -que suena mejor que eso de sisar-. Desde las típicas chapuzas como reparar juguetes de los niños de la vecindad hasta meterme en la cosa artesanal y, no recuerdo por sacarlo de donde, haciendo unas preciosas pulseras con varilla de cobre. -Varillas de algo mas de un milímetro de diámetro, que cortadas en el largo debido y, antes de darle forma, dibujaba líneas varias, cruzadas o no, con papel adhesivo para posteriormente sumergirlas en ácido. A los pocos minutos las sacaba del ácido y, al retirar la cinta adhesiva, a modo de máscara para evitar el mordiente en sobre ellas, lograba una varilla pulsera grabada o mordida por el efecto del mismo ácido...- Cosa fina que a buen precio y bien vendida, de 5 pesetas a las 15 pesetas. Hacía penitentes de cartón y papel de colores o incluso "armas" con gomas y pinzas de tender. Toda esta "manufactura" me supuso suculentos ingresos en fechas donde "el foráneo buscaba artesanía" y, el autóctono hacía el agosto, incluso, en semana santa.

Ya fuera de casa y gracias al marido, Antonio, de mi prima "Cuchi", logré entrar en el Club de Golf de entonces, como cady -rondando los 12 a 14 años- aprovechando la desidia del verano y como forma para aportar mi contribución al coste de los campamentos scouts. De aquellos días muchos recuerdos mientras lo cuento y poca cosa que contar. Aprendí del juego de mano de uno de los mejores socios del club, del que recuerdo sus formas, sus elegantes maneras y el pésimo golpe de salida desde el "tee". Además de los cabreos, después de aquellos golpes con los que mas parecía querer desahogarse que jugar juego alguno, eso si, sin mediar palabra mal sonante o "taco" alguno y limitando su jerga a un uso exquisito de "la lengua de Cervantes", como decía, "...repleta de tanta rica expresión tan mordiente como besante en si misma, con solo cambiar el entorno o la entonación...". De sueldos y horarios, poca memoria guardo aunque si un muy grato recuerdo.

Presté servicios a la comunidad, ya cursando aquella de la FP por fijar una edad, a solicitud del mismo ayuntamiento de entonces en persona del mismo alcalde quién me hizo llamar y encargarme la labor de... "Unos de los gamberros de la zona, gentes de mala estopa -decía- sin respeto por lo ajeno y, seguro, de poco futuro, ha tirado de un solo pelotazo, mientras jugaba al fútbol en lugar prohibido, una de las figuras que coronan las esquinas de la Plaza del Polvorista. Como podrá imaginar, esta figura de gran valor -¿?- engrosa la colección de las que representan las cuatro estaciones y el estado en el que ha quedado, creo, tiene fácil solución, aunque no disponemos de personal tan mañoso... Por supuesto, le ruego presupuesto del coste de esta reparación, por importe módico ya que ésta, la reparación, la abonará el infractor, esto es, su padre, hombre honrado y cabal, de pocos ingresos y avergonzado por el incidente ha ofrecido su esfuerzo..." Para no cansarte con detalles poco fieles a lo ocurrido, "reparé" en compañía de un compañero de entonces, "Perico", aquella figura de mármol blanco, siguiendo los consejos del marmolista del cementerio y sus conocimientos del material "...en tantos años tallando mentiras entre tanta piedra tan blanca como negras almas escondían...".

Al final pagó el ayuntamiento -...pude cobrar mucho mas de los cobrado...- pero los momentos imposibles de referir tienen mas valor que todo cuanto pude cobrar, seguro! Pero gracias a aquel encargo "oficial" pude hacer otros trabajos, menos remunerados o incluso más, para algunos particulares pudientes del pueblo -"reparando imágenes artesanas de un famoso belenista local o figuras del pórtico de la misma iglesia Prioral, tiradas por los "gamberros locales" al subirse al mismo pórtico por ver mejor la salida o la entrada de la procesión de turno". Colaborando en el intento de apertura pública de los enterramientos subterráneos ubicados en el mismo templo o aportando ubicaciones y piezas de asentamientos fenicios y romanos en el nuestra costa, aún virgen y poco violada-.

También "trabajé", durante los periodos estivales, como voluntario Socorrista de la Cruz Roja Española, en el Servicio de Salvamento en Playas", a través de la Cruz Roja del Mar y siempre a cambio de una gratificación, de pago semanal, con la que se debían cubrir los gastos de comida, traslados y otros. -Sin comentarios- Prestando servicios en las Playas de Valdelagrana, La Puntilla, "El Buzo" y Fuentebravía. Todas Playas locales de gran asistencia de foráneas, nacionales y extranjeras... y foráneos, también. Comenzando como Vigía, cuando no teníamos ni prismáticos. Como socorrista cuando la misma embarcación merecía ser socorrida e incluso como patrón de embarcaciones deportivas de 2ª clase, cuando la clase de embarcaciones no estaban ni regladas o establecidas por autoridad alguna.

Ya, a modo de telegrama, que si nos no podré publicar tanta letrería, te cuento que también he trabajado en el Ejercito Español, firmando contrato como Voluntario en la Brigada Paracaidista del Ejercito de Tierra e integrado en el CIP de Alcantarilla, en el Curso Paracaidista 356. Dos años y poco más, "finalizando mi contrato" por un tobillo roto. Incluso, como conductor-escolta de pudientes y adinerados, sus familias y parientes varios, aprovechando experiencia, conocimientos, la mala leche propia del momento y los "pases pernocta" o permisos de fines de semana.

Trabajé, decían como delineante -aunque en realidad como machaca- durante algo más de un año, en un taller de Reparaciones Navales, entonces de reciente creación de manos de un sinvergüenza buscavidas sin mas moral que un término sin sentido en su escaso léxico, donde se trabajaba seguro y se cobraba... o no. Allí realmente comencé a trabajar por ¿un sueldo? y pude aprender, gracias a los compañeros maestros experimentados en aquellas lides, desde a soldar con electrodo a manejar el torno. Además de diseñar el desarrollo de moldes de piezas cilíndricas en cartón, para el corte con soplete. Acabé mal con el "empresario" y con buenos amigos entre los compañeros.

Trabajé, durante poco más de 5 años y como Administrativo, en una compañía naviera pesquera, ya en Las Palmas de Gran Canaria, periodo en el que aprendí mucho más de lo debido o incluido en contrato, sobre todo cuanto rodeaba "el muelle" y sus submundos. Finalizó la relación contractual tras acuerdo entre las partes y por mejora de empleo.

También trabajé, casi un año, en el Banco de Santander, como Ejecutivo Externo -comercial- y tras pasar las pruebas casi entro en plantilla. Aunque a la postre, en estos días de papeles y vergüenzas en forma de TP1, ni siquiera aparece el periodo trabajado ni el nombre de la empresa para la que trabajé. Como Sub-Jefe de Equipo en Mapfre Vida. Donde hasta el cargo lo inventaron al igual que la relación con la empresa, que al final resultó ser "contratado sin contratar"...

...Y, compaginando trabajos y horarios, como trabajador libre, haciendo planimetría para apertura de locales comerciales. Diseñador de imagen para algún que otro pub de la zona. Responsable de descargas, anotando capturas y facturando ventas y liquidaciones de personal, portando mi propio programa, ordenador e impresora...

Para acabar enrolado en la cosa de la Política, de mano de Don José M. -excelente persona, mejor profesional y magnifico ser humano-, Don Francisco, "Mardito roedor" que le gustaba llamar y gran profesional de lo suyo y, como no, con el beneplácito de "Las Carménes". Una gerente de la formación y la otra, consejera entonces en el Cabildo de Gran Canaria... hasta sumar algo más de 16 años entre el cargo en el mismo Cabildo y unos pocos más como afiliado y responsable de cosas en la misma formación o ente... Que? Que no he dicho cual era esa formación o ente? Ya!

En otra, más cosas de este, mi caso...