Antecedentes. Del donde, del cuando y el como

Para comenzar, mejor hacerlo por el principio. Esto es, ponerte en antecedentes de quién, donde, como y cuando, para situarte en el lugar oportuno en el momento adecuado para comprender mejor muchas de las cosas que se cuentan y los mas de un caso que se contarán. dicho de otro modo, esta información será la fotografía del protagonista, su entorno y todo cuanto puede influir en las formas y maneras que a todos nos "van marcando" en los primeros años de vida. Después de todo, esos primeros años, así como la familia, dicen, es lo único que no podemos elegir.

Y sin mas preámbulos, comenzaré estas mis letrerías!

Nací en un rincón de Andalucía, -el mas bello para mi, El Puerto de Santa María, en la misma "Placilla" o calle San Bartolomé, cercano a todo cuanto se podía necesitar- el día 22 del mes de mayo del año de N.S. de 1961, -creo que sobre las 07,00 de la mañana- como otros muchos rincones de aquella Andalucía en la primera década de los años 60. Si bien este dato no es importante, a modo de anécdota, te contaré que, "al cruzar el umbral" traía el cordón umbilical "liado" al cuello y esto, al parecer normal en la época por lo precario de los medios al nacer en casa, provoco mi defunción antes incluso de llegar a nacer. -...Eso digo yo...- Naturalmente, el nédico que asistía a mi Madre, imagino por garantizar el cobro de la asistencia, me atendió debidamente y, logró traerme definitivamente aunque a costa de las clavículas por los ejercicios de reanimación. Nada en comparación con una caja blanca y una llegada abortada. ( Vale... acabé con unas escayolas de la época y durante unos meses en el hospital de San Juan de Dios...)

Mi familia, D. Juan y Doña Pilar. Un matrimonio de los de entonces, normal, corrientes -imagen general, por no personalizar-. El, Alicantino y residente en mi pueblo por trabajo y enamorado de la tierra gracias a la andaluza y madre que me parió. Como Mecánico Naval de 1ª -que se denominaba entonces según diploma de la época- navegaba en un barco de los de entonces, El Bahía de Calpe, con matrícula de Alicante y perteneciente a su tío Joaquín. Para resumir. La familia de mi padre, pertenecía a la estirpe de los llamados "Alicantinos", casi un clan que según decían, habían ayudado y enriquecido el sector pesquero gracias a sus barcos y a las inversiones. Por no hablar de la cultura importada, aún reconocida en nuestros días en forma de baretos y restaurantes regentados por los herederos, "tan paelladores" como los antecesores.

Por contarte de mi Madre. Doña Pilar. "Mujer de belleza serena, de ojazos grandes y corazón bravo que sabía ordenar como se debía mandar, sin duda aprendido de su abuela..." que decía uno de sus hermanos. Mujer de su casa y de sus hijos, esposa como se debía -¿?- Impecable mujer, excelente vecina, amiga de sus amigas y, por mi parte, Madre como ninguna y como todas y cada una de nuestras madres para cada uno de los hijos nacidos de sus entrañas en aquellos días de aquella España. Con "formación escueta" y enorme cultura, sus orígenes se le suponían en Jerez -nadie es perfecto- aunque nunca he sabido si por su madre o acaso por su padre, ni he intentado saberlo al no ser un dato demasiado enriquecedor. Lo cierto es que, ya en El Puerto de Santa María, residían en la Calle Diego Niño, en casa de poco en patio y varias plantas -este dato es base para futuro contenido- y, al parecer mi abuelo trabajaba en las bodegas de la zona, además de ser el presidente del club local de cazadores -¿?-.

Y de aquella "mezcla étnica", llegó "er menda", resultando el segundo, por número de llegada, precedido por una niña, Teresa, -por la abuela paterna-. Yo Juan Bautista, -por el abuelo paterno-, según mandaban los cánones, -nunca he sabido si por cumplir con todos los abuelos...-. Años mas tarde, Pepe -por el abuelo materno- y por último, y no por ello menos importante, al contrario, "Maria del Carmen" -que ya imaginas, por la abuela materna-. Los cuatro típicos niños de entonces, las dos parejitas, sin más méritos que hacer lo que hacían los niños y niñas de entonces, ahora escudándonos en aquella educación recibida, en algunos casos, para justificar muchas de las barbaridades que hacemos y decimos, por aquello de la cosa matriarcal, la ausencia del padre siempre escudado en su trabajo y la lucha continua de las madres por sacar a los hijos, la casa y todas cuantas cosas y casos se ponían ante sus batas caseras o, la que debiere ser recocida como arte de defensa familiar, el Lanzamiento de Babuchas (*)... Que buenos recuerdos!

Por lo demás. Todos muy típicos...La fotografía típica del típico libro de familia numerosa. Los típicos domingos de misa y visita a los tíos. Las típicas viandas en las fechas debidas. Los clásicos dires, diretes, chascarrillos y propaganda casera a modo de cuchicheo de barrio. Los mismos recuerdos de siempre en medio de una España, como pueblo, no tenía demasiada noción ni sentido de nación, nacionalidad o unidad, exceptuando las normas dictadas por la autoridad pertinente, en el momento debido, por los medios dispuestos y, en caso de desacuerdo... En caso de qué? -jajajajajajaja-

...que se me hace tarde y tengo cosas que hacer... Mañana, si Dios lo Quiere, más!!